martes, 3 de mayo de 2011

El paso del tiempo

En esta entrada quería comentar esos momentos en los que nos damos cuenta de que el tiempo se nos ha escapado de las manos. De que hace unos días eramos unos críos que jugaban, se divertían, tenían alguna que otra bronca, hacían amigos con un simple hola ¿cómo te llamas?, pensaban que los padres lo sabían todo; y en la actualidad, en ese momento en el que nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo pensamos en cómo somos ahora: seguimos jugando y divirtiéndonos, eso es verdad, pero no de la misma forma, y ahora las broncas aumentan tanto entre amistades como en el ámbito familiar, hacer amigos es más difícil porque nos fijamos más en la personalidad de las personas, además nos damos cuenta de que los padres no lo saben todo pero si que han vivido más años que nosotros, es decir, que tienen más experiencia vital y pueden darnos muy buenos consejos que a veces ignoramos.

Por mucho que queramos y lo intentemos nunca nos parecerá haber aprovechado lo suficientemente nuestro tiempo y seguiremos mirando fotos y más fotos con nostalgia. Pero quiero deciros algo a vosotros, adolescentes, no queráis ser adultos tan rápido y os lamentéis de todo lo que ahora no os dejan hacer. Hay muchos que no parecen darse cuenta de que en el futuro aunque se les permita hacer más cosas que ahora ya no podrán gozar de las ventajas que tiene el ser un adolescente. Esto hará que posiblemente cuando sean adultos se arrepientan de haberse quejado tanto y no haber disfrutado esa etapa de la vida por el simple hecho de esperar con impaciencia a ser mayores de edad.

lunes, 2 de mayo de 2011

Tribus nativas del Amazonas

    Muchas tribus nativas están siendo amenazadas por políticas de gobierno que impiden que se les proporcione apoyo medicinal básico. Además, las tierras nativas están siendo amenazadas por cultos religiosos, rancheras, leñadores, y la industria petrolera. De modo semejante, la selva Amazónica está siendo amenazado con deforestación y prácticas insostenibles de manejo de recursos. Frecuentemente, a las tribus nativas amazónicas se les impide practicar sus métodos tradicionales de agricultura y cazando, y de esta forma se pierde el conocimiento tradicional. Las políticas de gobierno y las leyes muchas veces promueven la desintegración de tribus nativas y su cultura integrándose ellos en comunidades mestizos y no financian una educación bilingüe.


    El libro "La ciudad de las bestias" de Isabel Allende, aparte de ser una novela fantástica también es una queja hacia la codicia y el egoísmo del ser humano del primer mundo frente a la humildad y el respeto por la naturaleza de los indígenas.


El hotel más raro del mundo se encuentra en Berlin (Alemania) y se llama «The Propeler Island». No es un lugar dónde dormir sino una galeria donde cada habitación es una obra de arte. Esta galeria consta de 31 habitaciones llenas de sorpresas y caracterizadas de las formas más locas, con camas volantes, mesas de quirófano y duchas dentro del armario, entre otras extravagancias.



El creador de este proyecto es Lars Stroschen, un artista berlinés que parece haberse tomado muy enserio su objetivo de hacer dormir a sus huéspedes dentro de una obra de arte.

Visto desde el exterior el edificio no llama mucho la atención. Pero la aventura comienza nada más atravesar el umbral. Para empezar, no hay recepción, pero en su lugar se abre el salón del desayuno. O más bien habría que decir «la jungla del desayuno», una estancia cuyos muros están cubiertos por gigantescas fotografías de plantas tropicales.

Llega el momento de elegir una habitación, y aquí todo depende del estado de ánimo actual o de las experiencias que se quieran vivir. A cambio de un precio que oscila entre 70 y 115 euros es posible vivir un experimento insólito. Por ejemplo: 


Si se echa en falta la luz del sol, nada como alojarse en la número 1 («Orangenes Zimmer»), donde se puede recibir un dulce baño de calor gracias al color naranja que lo inunda todo. 

Orange Room

Si se busca la máxima concentración la habitación adecuada es la 28(«Gummizelle»), que está completamente forrada con un acolchado de color verde a través del cual no traspasa ni el más leve ruido. Lars Stroschen asegura que aquí se pueden escuchar los latidos del propio corazón. 

Padded Cell
Para quien sufra un trauma con sólo pensar en un hospital está diseñada la habitación número 18 («Therapie»): un perfecto quirófano. También da que pensar la 26 («Knast»), que es una celda con su correspondiente catre pero con un boquete en la pared. Todo un canto a la libertad con la peculiaridad de que cuenta con un fantástico 
balcón. 

Therapy    

Freedom

Para perder definitivamente el miedo a las alturas también existe un remedio: la cama de la habitación 12 («4 Beams») está suspendida a 1,6 metros de altura. El sueño perfecto lo proporciona la número 11 («Flying Bed»), donde un juego de efectos visuales hace flotar la cama en el aire.
4 Beams 

Flying Bed

¿Disconforme con la realidad? Entonces hay que ponerlo todo patas arriba, y para ello lo mejor es elegir la habitación 23 en la que podemos contemplar una habitación del revés, es decir, todos los muebles están pegados al techo.

Upside Down


Los niños también tienen su rincón. Para que no se aburran lo mejor es reservar la habitación número 3, la cama está en lo alto de un castillo y las paredes ambientan la estancia como un cuento. Tampoco falta la habitación de la abuela con la clásica cama antigua y retratos en la pared, pero con un punto de excentricidad, ya que la ducha está dentro del armario. 


Castle Room


Grandma's Grandma's

Lars Stroschen es además un reconocido DJ, así que cada habitación cuenta con su particular banda sonora.

A los amantes de las corridas de toros

          Nunca comprenderé que gracia le veis al asesinato de una animal de una forma tan cruel y despiadada. ¿Dónde está la diversión? ¿Acaso os gustaría que os hicieran lo mismo a vosotros o algún familiar o amigo vuestro? Ya me gustaría veros a vosotros en el lugar del toro, medio ciegos delante de un ser que no dudará ni se lamentará de mataros lentamente. No tendríais escapatoria, os veríais obligados a defender vuestra vida como pudierais mientras semejante ser os clava las banderillas y el público, animado, clama vuestra muerte. Pero claro, esto no conseguiréis entenderlo, porque vosotros tenéis la suerte de no ser toros. Y que os quede clara otra cosa... QUE LA CORRIDA DE TOROS SEA UNA TRADICIÓN NO QUIERE DECIR QUE SEA CORRECTA Y QUE NO TENGA QUE SER MODIFICADA. Y sí, me da igual el valor que tenga cada torero ante un toro, ya podría dedicarse a otra cosa. Una de las cosas que más rabia me da es que a los toreros se les pague un montón de dinero por matar toros y que luego la gente se queje de que hay persona que maltratan a otros animales. ¿Por qué os da igual que los toros mueran así? ¿Acaso creéis que nacieron para entreteneros?